Prueba las castañas y los panellets: Barcelona llena sus calles de puestos que rezuman su olor caliente durante la Castañada.
La Castañada es una celebración local catalana, que se celebra entre el 31 de Octubre y 1 de Noviembre. Cuenta la leyenda que en el siglo XIX, todos los familiares se congregaban a pie de calle durante la noche de Todos los Santos. Hacían sonar las campanas de la Iglesia en honor a sus difuntos ancestros mientras tomaban castañas y boniatos calientes para no desfallecer durante esta conmemoración devota y llena de amor.
Aunque la Castañada sólo se celebre en el día de Halloween, las calles de Barcelona y todas las localidades de Cataluña, como Sitges o Vilafranca del Penedés, se llenan de puestos de castañas. Con la caída de las primeras hojas, el color rojizo de los parques, y las primeras tardes frescas de otoño, las castañeras ocupan los rincones de pueblos y ciudades y embriagan sus avenidas con el suave olor a castaña y boniato tostados. Las pastelerías, por su parte, colman de panellets sus escaparates, provocando suspiros en más de un viandante. Estos dulces, muy dulces, catalanes se han utilizado, desde tiempos antiguos, como comida bendecida y celestial tras las litúrgicas celebraciones religiosas en esta época del año.
Con piñones, coco, de mermelada o membrillo, café o chocolate, estas pequeñas tentaciones de mazapán engalanan las tiendas y pastelerías de todo Barcelona. Imprescindibles en las sobremesas entre amigos o familiares durante los días previos a la Castañada, este pedacito de cielo dulzón cautiva cualquier paladar.
Los mejores panellets son sin duda los de la mítica y emblemática cafetería Mauri: elaborados con amor y cariño por sus artesanos dulceros, los escaparates de esta pastelería de Rambla Cataluña se transforman en una propuesta infinita de colores y sabores, de panellets tradicionales y dulces deleitables.
Escribà es su gemela en este sentido. Maestros chocolateros desde tiempos remotos, sus artistas confeccionan con esmero y dedicación plena trocitos de mazapán perfectos, engalanados con creatividad y singularidad. Ideales para sorprender a cualquier comensal, perfectos para probar algo singular.
Durante la noche previa al 1 de Noviembre, es tradición en Cataluña, reunirse con los familiares entorno a una mesa repleta de castañas asadas, panellets y vino moscatel. A la mañana siguiente, acuden todos juntos al cementerio a saludar y bendecir a sus difuntos, y celebrar el amor y cariño que les une, sentimiento que trasciende incluso a la muerte.
De esta forma finaliza la otoñal Castañada, una celebración repleta de calidez por su olor, color y amor.
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