Cada 22 de septiembre Sitges celebra su segunda fiesta patronal, Santa Tecla Sitges, una jornada popular donde la figura del niño es preponderante. Menos célebre, ruidosa y concurrida que su hermana mayor, la fiesta de Santa Tecla Sitges es una celebración autóctona más íntima, menos calurosa y más infantil.
Durante los últimos días de verano y primeras jornadas escolares, los niños de Sitges pasan tardes enteras construyendo dragones, águilas o cabezudos, ensayando bailes de gitanas, panderetas o de cinta, con un entusiasmo desbocado y la mirada ilusionada acotada en esta festividad.
Los días previos a la celebración están repletos de actividades varias enfocadas en el entretenimiento y diversión de los más pequeños: la cursa popular y benéfica de Santa Tecla Sitges, el Concierto familiar en la Vall, la Timbalada regentada por los grupos de fuego del dragón y águila, y la Noche de fuego, donde el estrépito del «correfoc» recorre las sinuosas vías del casco antiguo.
Bailes populares infantiles, grupos de dragones pueriles, fiestas con talleres infantiles, recitales cantarines, cuentos animados y tardes de chocolate son los actos previos que se celebran en Sitges durante una semana llena de folklore, animación y espíritu familiar.
Pero es la Matinal Infantil quien ha convertido esta fiesta popular en una celebración folclórica dirigida a los más pequeños: tras la primera procesión durante la tarde del 22 de Septiembre y los fuegos artificiales de su noche animada, achispada y tremendamente musical, llega el alba, y con ella la esplendorosa, alegre, risueña y ruidosa Matinal Infantil, una bonita procesión de niños representando los bailes y costumbres de Sitges, con un desayuno final para todo aquel hambriento y abrumado por su frenética actividad.
Tras un solemne oficio en honor a Santa Tecla durante la mañana del 23, la fiesta finaliza con la segunda procesión crepuscular, que recorre el interior del pueblo y su bonito Paseo Marítimo y corona esta conmemoración con la entrada de la patrona en el Ayuntamiento, la «Encesa» del Dragón y el ├üguila, y los últimos bailes de Gigantes del año.
El atuendo requerido es similar al de Fiesta Mayor: una buen gorro de paja, unas gafas oscuras que protejan los ojos, y prendas que cubran el cuerpo para no acabar quemados por las rebeldes chispas de los «correfocs».
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